Además del alfabeto, los griegos trajeron consigo sus creencias, y con estas la devoción por la Suprema Sacerdotisa del Oráculo de Apolo, La Sibila Cumana, que con la inspiración de este mismo dios escribía en hexámetros sus predicciones sobre hojas de palma.

Ella sería la que escribiría los primeros libros proféticos vendidos al emperador romano Tarquinio el Soberbio, que los custodiaba en el templo de Júpiter y se consultaban sólo en ocasiones especiales. Estos libros ejercerían gran influencia en la religión romana, pero por desgracia no han llegado hasta nuestros días, pues el general romano Lucio Elio Estilón Preconino ordenó su destrucción en el 405.

Lo que ha llegado hasta nuestros días, por fortuna, es la cueva donde se cree que entraba la Sibila Cumana para escribir sus profecías. El antro fue descubierto por el arqueólogo Amedeo Maiuri en el 1932 y desde entonces se ha convertido en uno de los lugares más visitados por los turistas que llegan hasta Cumas. Se accede a la misma siguiendo un precioso camino de descenso entre los jardines que lo colindan.

 

 

Antro de la Sibila

Historia